Aquí estoy de nuevo.
Ya encontré con qué divagar un rato.
Me puse a recordar cómo nació todo esto y me colgué con el
nombre del blog. Lo cierto es que fue con mi prima Pili, a quién le ensoqueté
la idea de hacerlo juntas y no le dejé opción, y al final seguí sola.
Trato de acordarme por qué el nombre y nada, supongo que
algo en la charla fue lo que derivo en esto.
Busqué de qué podría tratar la frase, ¡obvio que busqué! No puedo
reflexionar sin antes investigar qué voy a reflexionar.
Todo tiene que parecer trascendente, importante y relevante.
Me di cuenta que, sin tirarme tierra esta vez, soy de las “tan
poco” (con razón soy de la queja fácil cuando m enojo) aunque todos me dicen lo
contrario.
Yo solo sé que voy de un lado para otro, que quiero tantas
cosas y logro tan poco ¿logro tan poco? ¡Uff!! ¡Chau mal onda!!
¿Será que me toca vivir todas las transiciones
socio-culturales?
Tengo 30 y:
vivo con mis viejos (ya tendría que estar en mi casa)
no tengo pareja (y estamos tan en la pelotudez todos)
no tengo hijos (mejor)
tengo trabajo (no sé que decir sobre esto)
Ya no se que es mejor: alquilar o comprarme algo.
Mi viejo ronca, la perra sueña y yo me duermo sentada.